Cosecharás tu siembra
Agustina Banegas y una fiesta inolvidable en Galpón B Por Florencia Meluso Foto Diego Nucera Hay cantoras que cantan con el corazón y conmueven con su voz. Pero si además, a ese canto le suman letras sinceras, danza, vestuario despampanante, momentos de intimidad y sorpresa, esa cantora se vuelve ARTISTA. Así con mayúsculas. Lo que Agustina Banegas entregó el viernes pasado en Galpón B fue más que un espectáculo. Ya desde el comienzo sabíamos que iba a haber muchos ingredientes intentando llevar a un escenario porteño lo vivido en el Festival de Doma y Folklore de Jesús María en enero de este año. Pero lo que sucedió allí fue más que un show explosivo, como anunciaban los medios que se hicieron eco. Fue un despliegue de talento, destreza, ternura y reafirmación de un camino que ya tiene un largo recorrido siendo tan joven y que promete mucho por delante. La noche arrancó con la apertura de Alma Hernández, joven cantora de Ferré (Pcia. de Buenos Aires), seguida de Diego Barrionuevo, oriundo de Morón quien también cantó algunas canciones para preparar el terreno. Estos cantores entibiaron el ambiente para palpitar lo que se venía. La entrada de Agustina y el set inicial se centraron en sus orígenes roqueperenses y las canciones propias que conforman Homenaje, ese primer EP de 2024 que es su carta de presentación. Sentidas letras que honran el linaje, sus raíces, las mujeres trabajadoras y lo esencial. Diego Suárez en flauta traversa se sumó para el huayno “Artesana sin libreto”. Foto Diego Nucera Con una banda de excelencia integrada por Andrés Guagliardo en guitarra criolla, Leo Tegli en guitarra eléctrica, Juan Acosta en bandoneón, Agustín Gaugliardo en batería y dirección musical y Gabriel Monsalve en bajo eléctrico, el lugar podía mutar de un festival multitudinario, a una peña en algún lugar del norte argentino o un reducto íntimo para disfrutar de una copa de vino y comer algo rico. La solidez de los músicos demostró que no había chance de momentos bajos en el repertorio. Agustina llevó adelante la noche con gran profesionalismo. Acompañada en los momentos de danza por 𝐅𝐥𝐨𝐫 𝐂𝐮𝐫𝐚, 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐲 𝐏𝐞𝐫𝐞𝐳 𝐲 𝐋𝐚𝐮𝐭𝐚𝐫𝐨 𝐂𝐚𝐥𝐯𝐢𝐧𝐦𝐨𝐧𝐭𝐞, deslumbró con cuatro cambios de vestuario. El mismo de Jesús María al comienzo, luego otro plateado con mucho brillo para el set de malambo fantasía con bombo y boleadoras. Uno muy elegante y negro para cantar “Conmigo y en mí”, un estreno compuesto recientemente, acompañada del gran pianista Leandro “Pitu” Marquesano como invitado. Además se sacó las ganas de interpretar “La última curda”, porque “a los gustos hay que dárselos en vida” dijo. En la sección zambas, hubo de esas que nos sabemos todos, donde el público fue partícipe coreando “Zamba por vos”, “Luna cautiva” y “Balderrama”. Entonces Agustina presentó con mucho orgullo a Agustín Di Nezio de tan solo 7 años que subió al escenario a cantar y llenar el aire de ternura.Vuelve la banda completa para el último tramo con gatos y chacareras que transformaron Galpón B en una auténtica peña con una gran ronda de encuentro. Allí se sumó el violín de Gabriel Cajal para hacer “La Sacherita”. Foto Diego Nucera El final fue una fiesta con una memorable versión de “La sembradora”, esa chacarera que acompaña a Agustina desde que su maestro, el “Negro” Colman se la enseñó de pequeña y que se conviritió en himno. Y hablando de sembrar, qué importante es propiciar estos espacios. Qué importante que las personas que asisten a un espectáculo participen activamente del aquí y ahora. Qué bueno que existan personas como Agustina Banegas que entendiendo el rol que tiene como ARTISTA utiliza todas sus herramientas y su versatilidad al servicio de la emoción, la alegría, la ternura, la memoria y la fuerza. Esto es sólo el comienzo de mucho más por cosechar. Suscribite a #Youtube. Mandanos un whatsapp ➯ Acá
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