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Siempre hay más – Argentum Jazz Quinteto

1Track
  • A Bright And Hopeful Future
    1:17

Celebramos el encuentro de grandes referentes del jazz argentino tocando como si estuvieran escribiendo el mapa, con nuevas composiciones que siguen confirmando la vigencia del género y la solidez de los músicos.

Argentum Jazz Quinteto se armó en 2023, cuando Oscar Giunta y Juan Cruz de Urquiza retomaron esa complicidad que dejó marca en el Quinteto Urbano.
A esa columna vertebral se suman Ricardo Cavalli, Guillermo Romero y Jerónimo Carmona: cinco voces con décadas de noche, estudio y ruta, pero con oído de pibe curioso.

Siempre hay más, editado por el Club del Disco, trae 7 temas, todos originales, firmados por De Urquiza, Romero y Cavalli.  Trompeta, saxo tenor, piano, contrabajo y batería: formación clásica que, en manos correctas, no suena a “clásico” sino a máquina viva y renovadora.  La música no se apoya en el lucimiento, sino en el diálogo.  Giunta no “marca” desde la batería: empuja, pregunta, hace que la banda respire. Carmona arma el piso y, al mismo tiempo, canta por abajo: contrabajo lírico, de esos que te hacen seguir el tema. De Urquiza entra con una trompeta que no grita: dice con precisión, fraseo limpio, ataques filosos, silencios con intención. Cavalli, trae el tenor con cuerpo y relato: un sonido ancho, con swing y con calle, capaz de volverse áspero o dulce sin pedir permiso.  Y Romero, desde el piano, ordena el mundo sin domesticarlo: armonías que se abren como puertas, y de repente el tema se vuelve paisaje.

No hay letras, pero hay “texto” en cada giro: en cómo un motivo se transforma, en cómo una melodía insiste, en cómo el grupo elige no apurarse.  Los títulos dan pistas del carácter: esa locura controlada de “Fafu’s Madness”, el pulso afirmativo de “Siempre hay más”, el aire de danza en “New Waltz”.

Lo mejor: el disco suena a Buenos Aires sin tener que disfrazarse de postal.  Es jazz contemporáneo hecho acá, con composiciones propias y una tradición que no pesa como estatua, sino que empuja como viento de cola.

Ale Simonazzi