Escuchar a Pablo Baggini en su primer disco es como abrir una ventana a la inmensidad del paisaje argentino, pero no cualquier paisaje: uno que se despliega lentamente, con sutileza y a través de las notas de su guitarra. Este proyecto, nacido en medio de la incertidumbre de la cuarentena, trae consigo una claridad que solo puede surgir en momentos de introspección profunda. Lo que en principio parece un viaje por la música popular argentina pronto se expande hacia otros horizontes, con un coqueteo constante entre lo académico, el jazz y la improvisación.
Lo que más resuena es la calidez de cada interpretación. Cada nota, cada silencio, está cargado de significados compartidos, de historias ocurridas en Río Cuarto, ciudad de Córdoba en donde reside Pablo Baggini, quien no solo es un compositor talentoso, sino también un tejedor de experiencias sonoras. No se trata de escuchar por escuchar, sino de dejarse llevar, de permitir que la música sea una compañera en el viaje que propone. El diálogo entre los instrumentos es, en cada tema, un recordatorio de la importancia del encuentro: entre las personas, entre los géneros, entre las influencias que conforman este octeto.
El octeto de este proyecto está integrado por un seleccionado de músicos: Alejandro Manzoni, Leandro Savelon, Guido Martínez, Emiliano Álvarez, Víctor Carrión, Rafael Delgado, Adrián Charras . Cada uno aporta desde su talento y sensibilidad, una paleta de colores que embellece la obra de Baggini.