Revuelto

“Reivindico la lentitud para atravesar procesos”

Fue nominada al Premio Gardel como Mejor Álbum Canción de Autor por REC or dando. Con esta segunda serie de canciones en consonancia con su disco anterior, María Pien cierra una etapa de revisionismo familiar y duelo.

Por Flor Meluso

Dicen que la palabra recordar significa volver a pasar por el corazón. María Pien editó en 2023 un trabajo llamado Recordar / volver a pasar. Un cúmulo de escritos recopilados luego de la muerte de su padre necesitó salir a la luz en forma de registro auditivo. El concepto no quedó ahí: en 2024 lanzó una secuela que —como afirma la compositora— cierra el círculo.

En REC or dando (Elefante en la habitación!) nuevamente aparece la idea de recordar, de volver a pasar por las emociones. Pero también está ese botón de “REC” que las máquinas grabadoras ofrecen para guardar la voz. Una cápsula del tiempo para que nuestra yo del futuro sea interpelada por esta otra yo que hoy deja su registro.

María afirma que Recordar / volver a pasar y REC or dando son discos hermanos. Las canciones fueron hechas en un mismo período. Muchas de este último trabajo fueron originalmente grabadas o concebidas en la primera sesión del disco anterior. Incluso aún hay algunas inéditas. “La diferencia sustancial entre un disco y otro es que el primero es un recorte específico para contar el vínculo con mi viejo a lo largo de nuestras vidas y después de su muerte”, reflexiona Pien. “Para hacer ese recorte, necesité dejar afuera algunas canciones”. Y agrega: “En ambos trabajos aparecen la muerte, la vida, lo heredado, lo transgeneracional, los lazos, la familia, el tiempo, el paso del tiempo… aunque en REC or dando aparecen otros personajes, como mi abuela materna (que falleció en 2023) y mis hermanos”.

Hace unos días CAPIF anunció que REC or dando fue nominado a los Premios Gardel 2025 como Mejor Álbum Canción de Autor. La ceremonia será el próximo 18 de junio en el Teatro Coliseo y, más allá del resultado, la sola nominación es un merecido reconocimiento al recorrido de esta cancionista que lleva más de 10 años de carrera discográfica.

María nos adelanta que ya hay nuevo material con otras temáticas. De ahí la necesidad de cerrar este ciclo: “Definitivamente se cierra una etapa de mucho foco puesto en el archivo, en el revisionismo, en estas canciones que me permitieron elaborar un montón de cosas y que fueron un refugio y un espacio de autoconocimiento y de comprensión”.

A la hora de comunicarse con quienes gustan de su arte —ese “Círculo de Sensibles”, como ella lo llama— hay una decisión de volver a lo analógico. Tanto en las canciones, con sus grabaciones de archivo y sonidos incidentales, como en la forma de mostrarlas. Ese berretín de la vieja escuela, de recibir un correo (electrónico) con el librito (en pdf), de sentarse a escuchar, leer las letras, ver las fotos. De que primero se acerquen quienes tienen curiosidad, antes de que el disco se distribuya en el inmenso océano de las plataformas digitales.

María insiste en que esta forma de transmitir convoca a quien le tiene que llegar, a quien le va a resonar: “No sé si es tanto una estrategia, sino una necesidad orgánica de dar de la misma forma que a mí me agrada recibir. Y también de poder facilitar y proponer a las personas un tiempo para la digestión. Siento que es un material que a mí también me tomó mucho tiempo en su hechura, en su confección, en su proceso creativo. Me dan ganas de proponer ese tiempo de escucha, ese ratito. Creo importante la recuperación del tiempo lento para el disfrute, para el arte. Para algo que no es productivo, sino nutritivo para el espíritu”.

Sobre esta manera de convidar su obra, María cuenta: “Esta propuesta que vengo haciendo me ha traído un contacto muy directo, hermoso y nutritivo con las personas que me escuchan”. Y suma: “Me agradecen el tiempo de ritual, de meterse adentro sin recibir estímulos, sin el permanente bombardeo al que estamos sometides. Me cuentan, con mucho agradecimiento, que eso les permitió conectarse con su propia historia, con un duelo que no habían podido elaborar. En la escala de las plataformas y el mundo capitalista es insignificante, pero esas personas han sido importantísimas”. Y continúa: “Me han escrito, o se acercan en los recitales a charlar. La cercanía y humanidad es tremendamente valiosa. Así que tenía sentido que la compartida de la música sea en mis propios términos, de una forma suave de recibirla, coherente y no la que te impone el sistema”.

—¿Qué sucede en vivo con estas canciones? ¿Cómo sentís que dialogan con el público?

—En el caso de la presentación de Recordar / Volver a pasar, fue el Día de Muertos en 2023 y fue muy especial. Invitamos a las personas que vinieron a que co-crearan con nosotres un altar con fotos de seres queridos, flores, velitas… y así se formó algo colectivo, que no era solamente mío. Recibí devoluciones muy sentidas, humanas. Y es valiosísimo que ese disco, que para mí fue un refugio, también le haya servido a otres como un tiempo/espacio para conectar, una compañía, un abrazo.

El Círculo de Sensibles está en esa sintonía, y bancan esta forma. Y está bueno poder ritualizar la muerte, ritualizar el duelo. “Reivindico la lentitud para atravesar procesos, para hacer la digestión —no sólo me refiero a la comida, sino a la digestión emocional. Hablar de la muerte. La muerte sigue siendo un tabú, porque no tenemos ganas de hacerle espacio. Y acá estamos nosotros para eso. Y estoy agradecida con la gente que se suma”.

—Hay una hermandad entre colegas de la misma generación. ¿Sentís que sos parte de un colectivo de artistas de tu época?

—Definitivamente. Con muches compañeres de mi generación nos hemos encontrado a lo largo de los años. De alguna manera se piensa a las personas solistas como trabajadores individuales, y se cree que la tarea de la compositora o el compositor es solitaria. Pero hace muchos años me autopercibo parte de una gran comunidad. Con algunes somos más cercanes que otres, pero en general sabemos que nos podemos ayudar cuando lo necesitemos. Es algo concreto, real y pragmático. Muchas veces nos hablamos con colegas para pedirnos ayuda, y eso es muy lindo.
Por mi parte, estoy disponible, trato de escuchar, de estar atenta a los nuevos proyectos que se están formando, aunque no sea parte, sino para estar cerca. Además, siempre que veo a alguien jovencito, trato de ofrecerme para ayudar. Siempre disponible para ser parte de algún nuevo frente de artistas por venir. Porque creo que esto es en comunidad o no es.

Una de las canciones se pregunta si somos algo más que lo que recordamos. Tal vez la respuesta no sea una certeza, sino una búsqueda: volver a pasar, una y otra vez, por el universo de María Pien, y dejar que algo en nosotres también se transforme.

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