Compuesto entre 2021 y 2024, El fin del invierno reúne el repertorio más introspectivo de More Gemma hasta el momento. En este disco, la compositora rosarina pone en palabras y arreglos una etapa de duelos, redefiniciones y hallazgos, sin adornos innecesarios ni dramatismos vacíos.
El disco está dividido en dos partes y un epílogo, y se grabó en Estudio La Posada durante el invierno de 2024. La acompañan su banda habitual —Mu Sánchez, Manu Caizza, Paco Arancibia— y un equipo técnico y afectivo de primera línea: Natalia Perelman, Constanza Sánchez, Tatu Estela (también en la mezcla) y Andrés Mayo en la masterización.
Las canciones suenan a travesía. Desde la guitarra sola hasta cuartetos de cuerdas, vientos de metal y madera, cada tema tiene una arquitectura sonora que refuerza la narrativa: no hay rellenos, todo lo que suena es necesario. La paciencia como forma de componer se nota: cada elemento fue puesto donde debía estar, sin apuro.
En lo lírico, More recupera imágenes de su infancia, de su barrio, de momentos dolorosos. El lenguaje es directo, pero no literal. Hay poesía, pero también una precisión que evita lo abstracto. En lugar de “canciones sobre el invierno”, lo que ofrece es un retrato emocional de lo que queda cuando el frío se va: lo que se rompe, lo que brota.
El fin del invierno está hecho para ser escuchado de principio a fin. Una obra pensada como álbum, en tiempos donde eso ya parece una rareza.