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Canto mi canto – Nahuel Roht

1Track
  • A Bright And Hopeful Future
    1:17

Canto mi canto, el tercer disco de Nahuel Roht, trae nueve piezas propias que pasean entre milonga, cueca, chamamé y otros climas latinoamericanos, rurales y urbanos, para contar lo que tiene más a mano: el barrio de Barracas donde vive, la rutina diaria, los recuerdos de Carmen de Patagones y la inacabable búsqueda de un canto propio.

El sonido es bien de acá: guitarrón criollo al frente, dos guitarras, contrabajo, bandoneón y la voz de Nahuel, todo grabado a principios de 2025 en “La Cocina de Beti” bajo la producción, mezcla y masterización de Juan Ravioli. Hay milonga orillera que se planta frente a la postal turística de la calle Corrientes, hay tangos que huelen a vereda mojada, hay canciones que van del arrabal actual a otros paisajes sudamericanos.

Las letras están llenas de guiños: hay una conversación subterránea con José Larralde, está el barrio de Barracas, Beatles, Macedonio Fernández, Shakespeare, Bob Dylan, Troilo-Grela, Charly García… Todo entra en el mismo mapa afectivo sin solemnidad ni collage forzado: Roht puede mezclar sin prejuicios porque viene escuchando todo eso desde hace años y lo devuelve filtrado en su propio lenguaje.

Detrás de este disco hay un recorrido. Nacido en Carmen de Patagones, Nahuel se formó como guitarrista desde chico, estudió en La Plata, se instaló luego en Barracas y aprendió el oficio del tango tocando en la calle, en Caminito, en la Feria de San Telmo y en orquestas y proyectos ligados a la tradición porteña. Alumno de Rodolfo Mederos, integrante de proyectos como el Cuarteto Típico Furbo, con giras por Europa y discos anteriores como Las esquinas del misterio e Instituciones, de la Prima a la Bordona, llega a Canto mi canto con una voz ya muy definida.

En Canto mi Canto hay barrio, ironía, melancolía y una idea clara: el canto tiene que ser de uno, aunque esté hecho de pedacitos de muchas músicas ajenas. Recorrer cada una de las composiciones nos permite adentrarnos en nuestros propios barrios dejando que cada tema vaya dibujando su propia esquina.

Ale Simonazzi