Con su primer álbum solista, el charanguista jujeño Miguel Vilca entrega una obra de raíces profundas y vuelo propio. «Alegrito ha ’i ser» es un disco con diez piezas instrumentales originales que emergen desde el sonido del charango, habitado por el paisaje sonoro del altiplano: memoria, ritual, viento y calma confluyen en melodías que traen ancestralidad pero que suenan muy actuales. Hay mucha información, búsqueda y belleza en esta obra.
Acompañado por Manuel Estrada (guitarra) y Agustín Galván (percusión), con la participación especial de Enzo Demartini (acordeón) en la canción Infinito, Alegrito ha ´i ser se grabó en Estudio Panacea durante enero de 2024, con producción íntegra del propio Vilca, mezclas con Alejandro Saro y masterización de Pablo López Ruiz.
Lo que hace de Alegrito ha ’i ser un trabajo especial es su pulso equilibrado entre la fuerza del territorio y la sutileza del detalle. Vilca no busca mostrar virtuosismo, que por cierto lo tiene, sino más bien invitar a paisajes interiores, a ceremonias silenciosas donde el charango es voz que cuenta, dialoga y abraza.
Vilca ha recorrido un camino de compromiso: formación musical formal, estudios en Bolivia, premios como el Charango de Oro en Aiquile, colaboraciones con artistas del norte argentino, y hoy ese recorrido desemboca en una obra que afirma su identidad.
Ale Simonazzi