Fauna, el segundo trabajo de Mercedes Borrell, propone un ecosistema sonoro donde conviven géneros, timbres y memorias diversas, potenciando lo inesperado. Desde el inicio, con Algo de mì, la música nos envuelve e invita a un hermoso y diverso viaje sonoro.
La cantante, guitarrista, compositora y psicóloga rosarina propone un viaje donde lo heterogéneo se vuelve unidad. Su voz, dúctil y contenida, atraviesa tangos, aires balcánicos, sambas brasileños, zambas argentinas y canciones propias que miran hacia distintos horizontes sin perder raíz. El pulso de Lucas Querini en la producción y arreglos da cohesión a un repertorio que parece filmado, con escenas que se abren como paisajes: desde un quinteto de cuerdas hasta un ensamble de maderas, pasando por guitarras, guitarrón, mandolina, bandoneón y percusiones étnicas.
La lista de invitados es también es de destacar: Simón Lagier, Cecilia Zabala, Claudio Bergese, Emiliano Zamora, Pablo Devadder, entre otros, tejen alrededor de la voz de Mercedes un entramado de colores y respiraciones.
Cada tema es un mundo: Algo de mí y Frente a frente revelan su pulso autoral, Como si nada y El nombre llevan la marca de Sandra Corizzo, Dunas evoca a Rosa Passos, y Milonga del Rosedal despliega la poética compartida.
El resultado es un disco íntimo y expansivo a la vez, donde la cantante recorre géneros, afirmada en lo plural como identidad. Fauna se disfruta canción por canciónno, como un abrazo musical que Mercedes Borrell regala con solidez, ternura y riesgo, invitándonos a habitar su fauna interior.